La Armada Invencible
Un gol de Mikel Merino en el añadido logra un valiosísimo 2-2 para España ante Países Bajos
La selección de Koeman dominó a la de Luis de la Fuente durante más de una hora, pero los nuestros nunca se rindieron
Este domingo en Mestalla se decidirá cuál de las dos selecciones se mete en la 'Final Four' de la Liga de las Naciones


La España de Luis de la Fuente es la Armada Invencible. Cuando se veía venir un resbalón en la Bañera apareció Mikel Merino para sacar la cabeza del agua y lograr un milagroso 2-2. La selección española estuvo casi una hora a merced de Países Bajos, que tuvo ratos en los que bordó el fútbol. Y eso que nos habíamos adelantado con el gol tempranero de Nico Williams pero los neerlandeses remontaron con tantos de Gapko y Reijnders. Cubarsí se lesionó, Huijsen debutó y Lamine Yamal fue sustituido. Con el definitivo 2-2 será en Mestalla este domingo donde se dilucide si España se mete en la final a cuatro de la Liga de las Naciones.
Luis de la Fuente iba con todo ante Países Bajos. Su once era como un inspector de Hacienda: previsible, peligroso y casi siempre letal. No era el de gala pero casi. Y eso que las tres bajas eran de pesos pesados (casi) estructurales: Carvajal, Laporte y Rodri. Pero España, que se plantaba en Rotterdam con una racha de 21 partidos oficiales consecutivos sin perder, presentaba un once imponente. Una alineación a la que, por cierto, regresaba el portero Unai Simón, ausente desde la Eurocopa. Hubo debate pero De la Fuente respetó los galones.
La defensa de España, también sin sorpresas, era para Pedro Porro, Le Normand, Cubarsí y Cucurella. El centro del campo lo integraban Zubimendi, Pedri y Fabián. Arriba, por supuesto, estaban Nico Williams, Lamine Yamal y Morata, el tridente que nos llevó a la Eurocopa. Enfrente los artistas anteriormente conocidos como Holanda, ahora Países Bajos, dirigidos por un viejo conocido de nuestro fútbol: Ronald Koeman. Cierto que sin una gran estrella, pero con nombres archiconocidos como los Van Dijk, De Jong, Frimpong, Gakpo o Memphis.
El duelo nació nervioso como Montoya en una hoguera. Dominaba España pero Países Bajos robaba y salía con velocidad y verticalidad. Se tanteaban ambos equipos midiendo sus fuerzas. Pero a los ocho minutos La Roja se saltó los preliminares y metió mano a los oranje. Hato se hizo un lío en la banda izquierda ante la presión de Lamine Yamal. El del Barcelona hizo zumo de naranja con el central del Ajax (reconvertido en lateral por Koeman) y se apoyó en Pedri dentro del área. Se giró el canario sin que nadie le entrara y vio por el rabillo a Nico Williams, que la bajó en el área pequeña, se giró y marcó ante la pasividad de Geertrudia y del meta Verbruggen.
España da primero, Holanda después
El 0-1 espoleó a los neerlandeses, que sintieron el puyazo. Pero España seguía bien plantada y no le hacía ascos a alargar su posesión. En el 18 la ocasión volvió a ser para los nuestros. La cocinaron por la siniestra entre Cucurella y Nico Williams. Centro al área el primero y cabeceó Morata un poco flojo y un poco desviado. Respondió Países Bajos en un córner que culminó Van Dijk con una media volea que se fue alta.
Arreció entonces la selección naranja con posesiones largas y un dominio que hundió a España en torno a su área. Y tanto tuvo la pelota y tanto la manejó Holanda que al final llegó el 1-1. La acción la cocinó Frimpong en la derecha. Hizo una trenza a Cucurella, pasó la pelota por el centro, donde nadie atinó a despejar ante los pases de los neerlandeses hasta que la pelota llegó a Gapko, que armó su zurda para fusilar por bajo a Unai Simón.
España acusó el mazazo y Países Bajos nos sometió. Apenas podíamos salir de nuestro área y, para colmo, Cubarsí empezó a sentir molestias y pidió el cambio. Mientras el niño Hujsen comenzaba a calentar, La Roja trató de recuperar el pulso del partido. Los de Koeman nos habían diluido en diez minutos. De la Fuente pedía a Pedri y Fabián que se manifestaran.
El partido se pinta de naranja
Gapko volvió a fumarse a Porro y filtró un pase maligno que Memphis desperdició cuando lo tenía a huevo para lograr el segundo. El partido era de color naranja. Reijnders había ocupado el centro del campo y se lo había quedado para él. No olíamos la pelota y en el 39, por si nos faltaba algo, Cubarsí se echó al suelo y dijo basta. Le suplió Hujsen, de origen holandés, que fue recibido con una sonora pitada por el público del estadio De Kuip.
En en 41 la ocasión fue para el imponente Reijnders, que cazó una volea en el área grande que se estrelló contra el travesaño de Unai Simón. Otra vez perdonaba Países Bajos. España pedía a gritos el descanso, que por fin llegó con el valioso botín, visto lo visto, del empate.
Que apenas nos duró 40 segundos en la reanudación. El sopapo fue de órdago. La jugada la cocinó Reijnders, que estaba firmando un partido descomunal, combinó con Frimpong. El del Leverkusen retrató a Cucurella, la puso al medio, nadie reaccionó y el propio Reijnders ajustició a Unai Simón desde la frontal. Fue un golazo de un futbolista que estaba firmando un partido memorable.
Nos estaban pegando un baño pero España no había dicho la última palabra y aún quedaban muchas cosas que decir en el partido. Como a los neerlandeses, que siguieron percutiendo en las contras tanto con Gapko como con Frimpong. A la hora de partido Luis de la Fuente no aguantó más e hizo tres cambios de golpe: Oyarzabal, Dani Olmo y Ayoze por Pedri, Lamine Yamal y Morata. Tres vacas sagradas de la selección fuera de golpe porque España necesitaba energía y aire fresco.
De la Fuente se marca un triple
Poco tardó Ayoze en ver una amarilla que le impedirá jugar la vuelta en Mestalla. Koeman quitó de golpe a De Jong y Kluivert para meter a Koopmeiners y Xavi Simmons. El partido comenzaba a romperse porque España iba un poco a la desesperada. Como fue a la desesperada Hato en un cruce al que llegó tarde con Le Normand y se ganó una roja como un piano.
Apuraron cambios ambos seleccionadores y apretó España en los minutos finales. Koeman se colocó con tres centrales y De la Fuente metió a Mikel Merino. Nos fuimos arriba y el chico Huijsen las pidió todas. El repliegue naranja era tan intenso que parecía un zumo. Dani Olmo trató de navegar entre tanto neerlandés pero no llegó a buen puerto.
Se consumieron los 90, pero en el añadido apareció Mikel Merino para lograr, aunque fuera in extremis, un gol que hacía un 2-2 que Luis de la Fuente celebró con los brazos en alto como si fuera la final de la Eurocopa. Sigue la racha de España, que tendrá la vuelta en Mestalla para meterse en la final a cuatro de la Liga de las Naciones.